A finales de la semana pasada, entre las tantas cosas que pasan en este país ocurrieron dos de ellas, que inquietaron de forma inusitada a la opinión pública nacional
Una, los intercambios de simpatías entre el señor presidente y los gobernadores de la oposición; otra, el final de esa breve luna de miel, cuando menos de 24 hora después, los 140 caracteres de un twitter sacaron de sus casillas al teniente–coronel, y lo regresó a su habitual mundo de improperios y encontronazos.
El evento en cuestión ocurrió en la instalación del cuestionado Consejo Federal de Gobierno, cuando Chávez en sus palabras de apertura derrochó simpatías hacia sus enemigos opositores, a quienes en reiteradas ocasiones ha amenazado con la pulverización, bajo la consigna guerrera de que no hay reconciliación posible entre los venezolanos. Los opositores ante tales arrumacos respondieron con buenos modales.
El único canal que transmitió fue la emisora oficial, y como correspondía a una estrategia bien montada, las escenas que salieron al aire fueron las que favorecían a la propaganda gubernamental.
Se sabe de buena fuente que Chàvez no iba a asistir, pues según el reglamento a quien le corresponde presidir al susodicho consejo es al vicepresidente. Pero, contrario a sus cálculos, la oposición decidió presentarse, y convencido por sus asesores criollos apareció en el evento. Esto contravino el criterio de los cubanos
La opinión de los criollos se sustentaba en las encuestas que se manejan en palacio. La ocasión se presentaba insuperable para refrescar un poco la pesada imagen del incansable agitador; y si se actuaba con astucia, era una oportunidad para presentar a los opositores como susceptibles a ser seducidos por los encantos del líder único.
El objetivo, para amargura de los caribeños, se logró. La gente que vio los noticieros de la noche estaba estupefacta. Asombrados los chavistas. Sorprendidos hasta el desengaño los de la oposición. La cara de Morel, la mano extendida de Capriles, los gestos explicativos de los Pérez: no eran otra cosa que un armisticio. La impostura de Chavez: generosidad en la victoria.
El engaño pudo ser perfecto si no hubiera sido por unas tomas de Henri Falcón, donde se notaba distante y receloso, y la ausencia de Salas Feo; también, si a la jefa de Caracas no se le hubiera ocurrido convencer a Jaua de no invitar a Ledezma, pues temía que una intervención del alcalde la fuera a poner en evidencia. Esto permitió al impedido, protestar fuertemente, a las puertas del palacio, por el atropello cometido en su contra.
Más de la mitad del país se sintió decepcionado. Mientras otros, inducidos dentro del esquema fascista amigo-enemigo, aunque algo confundidos, se dejaron llevar por la propaganda y disfrutaron de un nuevo triunfo del invencible líder
Amaneció, y en la mente de la mayoría, persistía como una pesadilla, aquellas sonrisas de entrega. Era domingo, y algunos pensaban que era mejor comenzar a acostumbrarse a ver el “alò presidente”.
Desde que Chávez decidió incorporarse al twitter, los diestros servicios de inteligencia tienen más trabajo. Tuvieron que incorporar 200 nuevos agentes para atender las miles de quejas que le escriben al comandante; y de paso, revisar lo que escriben los jefes pitiyanquis y vendepatrias. Hacían su trabajo esa mañana. Y…….. ¡bingo! lo encontraron: el burguesíto Capriles había osado escribir en su twitter un mensaje denunciando el sectarismo chavista, cuando al designar la coordinación del consejo no incluyeron a ningún representante de la oposición.
El comisario de guardia informó al comandante del escuálido atrevimiento. Este al percatarse de la deslealtad montó en cólera. ”Malagradecidos… se les deja entrar, y no hicieron sino criticar y reclamar….cada uno habló mas de una vez, solo para exigir supuestos derechos y recursos…son unos interesados”
Apenas comenzó el programa, denunció a esos gobernadores como unos aprovechadores, que no querían a la patria, que había que exterminarlos, y convocó a sus seguidores a barrerlos el 26 de septiembre.
Los asesores criollos no lo podían creer. Mientras los cubanos veían con satisfacción el fortalecimiento de la línea dura. La estrategia del amor y la amplitud se había derrumbado.
Por cierto, es bueno recordarle a la opinión pública opositora, que los espacios en política no se abandonan. Si los gobernadores pertenecen a un cuerpo donde se toman decisiones deben asistir, aunque sólo sea para reclamar y exigir. Acuérdense lo que le ocurrió a la oposición por no presentarse a las elecciones de la Asamblea Nacional. Por otro lado, todas las encuestas reflejan el reclamo de un gran sector del país por una reconciliación nacional. La estrategia de Chávez de sembrar odio y resentimiento para perpetuarse en el poder ha fracasado. Se espera un encuentro, con miras al futuro, entre los sectores democráticos del chavismo (sin Chavez) y los progresistas del campo opositor.
ciudadanocomuncorreo@gmail.com
El único canal que transmitió fue la emisora oficial, y como correspondía a una estrategia bien montada, las escenas que salieron al aire fueron las que favorecían a la propaganda gubernamental.
Se sabe de buena fuente que Chàvez no iba a asistir, pues según el reglamento a quien le corresponde presidir al susodicho consejo es al vicepresidente. Pero, contrario a sus cálculos, la oposición decidió presentarse, y convencido por sus asesores criollos apareció en el evento. Esto contravino el criterio de los cubanos
La opinión de los criollos se sustentaba en las encuestas que se manejan en palacio. La ocasión se presentaba insuperable para refrescar un poco la pesada imagen del incansable agitador; y si se actuaba con astucia, era una oportunidad para presentar a los opositores como susceptibles a ser seducidos por los encantos del líder único.
El objetivo, para amargura de los caribeños, se logró. La gente que vio los noticieros de la noche estaba estupefacta. Asombrados los chavistas. Sorprendidos hasta el desengaño los de la oposición. La cara de Morel, la mano extendida de Capriles, los gestos explicativos de los Pérez: no eran otra cosa que un armisticio. La impostura de Chavez: generosidad en la victoria.
El engaño pudo ser perfecto si no hubiera sido por unas tomas de Henri Falcón, donde se notaba distante y receloso, y la ausencia de Salas Feo; también, si a la jefa de Caracas no se le hubiera ocurrido convencer a Jaua de no invitar a Ledezma, pues temía que una intervención del alcalde la fuera a poner en evidencia. Esto permitió al impedido, protestar fuertemente, a las puertas del palacio, por el atropello cometido en su contra.
Más de la mitad del país se sintió decepcionado. Mientras otros, inducidos dentro del esquema fascista amigo-enemigo, aunque algo confundidos, se dejaron llevar por la propaganda y disfrutaron de un nuevo triunfo del invencible líder
Amaneció, y en la mente de la mayoría, persistía como una pesadilla, aquellas sonrisas de entrega. Era domingo, y algunos pensaban que era mejor comenzar a acostumbrarse a ver el “alò presidente”.
Desde que Chávez decidió incorporarse al twitter, los diestros servicios de inteligencia tienen más trabajo. Tuvieron que incorporar 200 nuevos agentes para atender las miles de quejas que le escriben al comandante; y de paso, revisar lo que escriben los jefes pitiyanquis y vendepatrias. Hacían su trabajo esa mañana. Y…….. ¡bingo! lo encontraron: el burguesíto Capriles había osado escribir en su twitter un mensaje denunciando el sectarismo chavista, cuando al designar la coordinación del consejo no incluyeron a ningún representante de la oposición.
El comisario de guardia informó al comandante del escuálido atrevimiento. Este al percatarse de la deslealtad montó en cólera. ”Malagradecidos… se les deja entrar, y no hicieron sino criticar y reclamar….cada uno habló mas de una vez, solo para exigir supuestos derechos y recursos…son unos interesados”
Apenas comenzó el programa, denunció a esos gobernadores como unos aprovechadores, que no querían a la patria, que había que exterminarlos, y convocó a sus seguidores a barrerlos el 26 de septiembre.
Los asesores criollos no lo podían creer. Mientras los cubanos veían con satisfacción el fortalecimiento de la línea dura. La estrategia del amor y la amplitud se había derrumbado.
Por cierto, es bueno recordarle a la opinión pública opositora, que los espacios en política no se abandonan. Si los gobernadores pertenecen a un cuerpo donde se toman decisiones deben asistir, aunque sólo sea para reclamar y exigir. Acuérdense lo que le ocurrió a la oposición por no presentarse a las elecciones de la Asamblea Nacional. Por otro lado, todas las encuestas reflejan el reclamo de un gran sector del país por una reconciliación nacional. La estrategia de Chávez de sembrar odio y resentimiento para perpetuarse en el poder ha fracasado. Se espera un encuentro, con miras al futuro, entre los sectores democráticos del chavismo (sin Chavez) y los progresistas del campo opositor.
ciudadanocomuncorreo@gmail.com
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