jueves, 16 de septiembre de 2010

Fidel. Por Victor Rojas


Fidel Castro, mejorado de la crisis de salud ocasionada por un cáncer intestinal, se ha mostrado en público, aprovechando esas ocasiones para comentar sobre ciertos temas: el peligro de una guerra nuclear, el recalentamiento del medio ambiente, el hambre que afecta ciertas regiones del mundo, la discriminación contra los homosexuales y otros tópicos, sin excluir autocríticas, muy diferentes a los que ocuparon su atención durante los 50 años al frente de los asuntos de Cuba. Evidentemente que Castro está tratando de posicionarse ante la opinión pública internacional como lo que en el mundo anglosajón se denomina un “elder statemen”, o sea, un sabio y experimentado hombre de Estado que se ocupa de cosas trascendentes, mas allá de los asuntos coyunturales que contiene la agenda de un jefe de gobierno. Bajo ese nuevo empeño, ha hecho algunas declaraciones que, como venezolanos, nos interesan porque parecieran dirigidas al hijo pródigo de Sabaneta. Ciertamente, que cualquier interesado podría argumentar que el señor ya está dando muestras de senilidad. De comprobarse este aserto, lo que se dirá a continuación quedaría invalidado. Sin embargo, avanzaremos en nuestro propósito. Chávez, insiste hasta la saciedad ofertando lo del “socialismo”, y cuando Fidel es preguntado sobre lo que para él significa el socialismo del siglo XXI, responde con desparpajo: “comunismo”. Acaso (nos preguntamos) Castro no está enterado que ese concepto es rechazado por el 80% de los venezolanos (si no para que sirve el G2); más curioso aún, cuando esa declaración es emitida al inicio de una campaña electoral, donde su protegido (Hugo Rafael) no las tiene todas consigo. Luego, en entrevista con un reputado periodista de la revista liberal estadounidense “Atlantic”, publicación tolerante con el régimen cubano, afirma que el sistema de su país NO FUNCIONA ¿Qué nos quiere decir? O mejor dicho: ¿Qué le dice a Chávez? : Que su proyecto socialista no sirve: “porque no funciona”. Por allá en el año 2000, en una visita de Castro, como presidente de Cuba, en un discurso en la UCV dijo algo que llamó la atención de la prensa especializada: que el sistema cubano no era “trasplantable” y que Venezuela tenía que buscar su propio camino. Cita que viene a propósito para compararla con la respuesta que le dio al periodista gringo, quien le había preguntado si el sistema de su país era exportable y como ya sabemos su respuesta fue negativa: “porque no funciona”. Castro, al menos que se haya convertido en agente del imperialismo, no quiere que Chávez fracase. Castro quiere que Chávez tenga éxito, por eso plantea LA RECTIFICACION; entre otras cosas, por la simple razón de que Cuba vive de los subsidios venezolanos, situación que no cambiará ni en el corto ni en el mediano plazo; sólo lo hará cuando las reformas que Raúl está empeñado en realizar den algún resultado; cambios a los que al fin Fidel ha accedido, y que no son otra cosa que una apertura hacia la iniciativa privada y a la obtención de ganancias; o sea…(¡fin de mundo!) : el capitalismo “mesmo”. En cuanto a las rectificaciones hechas, en días pasados, por nuestro personaje, no son más que “control de daños”… Ya el mensaje ha sido enviado



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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Campaña. Por Victor Rojas



Ya quedan aproximadamente 15 días para la elección de los nuevos miembros de la Asamblea Nacional. Desde nuestro punto de vista,en esta campaña, no ha habido sorpresas, todo ha sido previsible. Sin embargo, intentaremos hacer algunos comentarios que contribuyan a la comprensión de las estrategias que están en juego. El gobierno ha tenido que apelar a su mejor, y quizás único, activo: Hugo Chávez. Convirtiendo una elección regional en una nacional. Casi en un plebiscito: la ausencia de una obra de gobierno respetable, y una pésima labor parlamentaria; además, de problemas crónicos y otros coyunturales que se han juntado al mismo tiempo, como la inseguridad personal, los contenedores de PDVAL, la crisis eléctrica, desempleo, inflación, escasez de productos básicos, etc. han colocado al gobierno en una posición desventajosa que lo inhabilita para marcar la agenda de la campaña, como ha sido en el pasado, ubicándolo a la defensiva. Para salir de este atolladero, sagazmente, los estrategas gubernamentales, han decidido “borrar” el presente; o sea, obviar los problemas que señalan la gran incompetencia del régimen. Para lograr esa “proeza” han desarrollado cinco acciones: una, hacer énfasis en imágenes asociadas a pasados triunfos electorales y en momentos posteriores al 11 de abril que los coloca como victimas triunfadoras. Otra, hacer grandes promesas para el futuro. Tercera, abundar en propaganda sobre supuestos “logros” del gobierno. Cuarta, instigación al miedo: amenazas, denuncias de sabotaje y conspiraciones, detención de opositores .Y otra más, el abuso de poder, proyectando la idea de “todopoderoso”, para intimidar a la sociedad. El problema con estas líneas de acción es que los electores que razonan su voto no caen en el engaño. Saben que el proyecto chavista, después de 12 años, es un fracaso. Sin embargo, el gobierno cuenta con un apoyo sólido de alrededor de un 30 %, conformado por una parte de la nómina gubernamental y ese sector de la sociedad que prefiere regímenes autoritarios y militaristas, y que es subyugado por un líder mesiánico y carismático. Chávez, obviamente, no está en su mejor momento, situación comprometida que lo lleva a cometer errores de alto costo político: como negarle recursos a un hospital porque está bajo jurisdicción de una alcaldía de oposición; o, haber dejado morir al señor Brito y, después, ordenar a la fiscalía iniciar un procedimiento contra su familia. Con este cuadro, todo haría pensar que la oposición está viviendo horas estelares; pues no es exactamente así, ya que inexplicablemente, en el entendido de que esta es una campaña nacional, los partidos no han presentado un evento propagandístico unificado, con una idea clara; por consiguiente el electorado recibe un mensaje variado y confuso, que produce dudas. Por eso en las encuestas no aparece la oposición con el porcentaje de apoyo que le correspondería como complemento al 30% del chavismo; apareciendo, a su vez, un alto porcentaje de electores indecisos. Quizás en estos últimos 15 días, los partidos propongan un sólo mensaje, terminen de cubrir lo de los testigos de mesa, y resuelvan los problemas de ciertas disidencias que confunden a la opinión pública, para redondear la imagen de unidad que se reclama. De hacer esto, e insistir en cierto sector del electorado, insatisfecho con la gestión de gobierno, pero que guarda afecto hacia el mensaje de inclusión de Chávez, que esta elección no es para sacarle del poder y que sus programas sociales no serán afectados; sino por el contrario, con un parlamento plural, esos programas funcionaran mejor. De ser así, y si la gente sale a votar, hasta una mayoría en la Asamblea la oposición podría conseguir.


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lunes, 6 de septiembre de 2010

Por Rafael Marin Jaen.


La ilegitimidad de origen, de desempeño y política, es el fantasma que siempre ha rondado los gobiernos de Chávez. Por eso lo atormenta el Artículo 350 de la Constitución.
Por Rafael Marín.
La ilegitimidad ronda los gobiernos de Chávez, en 1999 cuando asumió la Presidencia, promulgó el decreto número 3, para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente y aprobación de las bases comiciales para elegirla. Daba así un golpe de estado a la Constitución de 1961, inoculaba el virus del fraude y el ventajismo con el llamado Kino. Muchos constitucionalistas, afirmaron que si las normas del referéndum eran ilegítimas, sus resultados también; es decir; la Asamblea Constituyente electa y la Constitución de 1999, ergo el segundo gobierno de Chávez sería ilegitimo. Ese pecado de derecho, se hubiese atenuado en los hechos, con la instauración de un Estado Democrático y un gobierno eficiente y decente; no ocurrió. Chávez monopolizó casi totalmente los poderes públicos, el control de la FAN y los recursos económicos del Estado; convirtiéndose en responsable fundamental de la destrucción de la institucionalidad democrática, la violación de Derechos Humanos capitales, la entrega de nuestra Soberanía al gobierno cubano, el despilfarro de los recursos de la renta petrolera, la destrucción del aparato productivo, el deterioro de los servicios públicos, el desprestigio internacional por políticas irracionales, la liquidación de la FAN, su cubanización y politización; también es responsable de la más grosera corrupción administrativa. Estos hechos han conducido a diversos sectores de opinión a plantear la ilegitimidad de desempeño. Ya se escucha la consigna, Chávez renuncia.
Nuevamente, en las elecciones convocadas para el 26 de septiembre; la conducta chavista signada por los excesos y transgresiones, servirá de base al comportamiento del CNE. Ya no es suficiente con el control oficialista de ese organismo y su inequidad estructural, ni las manipulaciones del sistema automatizado, el REP, ni el ventajismo publicitario y uso abusivo de los recursos del Estado; ahora se trata de aplicar la fórmula Jalisco, si pierdo arrebato; y es que el sistema de votación y la configuración de los circuitos electorales, fueron diseñados, para que el régimen con menos votos, obtenga mayor número de diputados nacionales. Eso ocurriría, si la oposición no logra revertir la abstención y movilizar más votantes. Pero será inevitable que esta obtenga mayor número de votos; lo que equivaldría a una expresión plebiscitaria sobre la legitimidad del régimen. Ese resultado unido a la desesperación del pueblo, es un Chávez vete ya. Estaríamos ante un gobierno con legalidad trucada, pero ilegítimo en origen y desempeño, con un rotundo rechazo político. Con ese caldo de cultivo, sería imposible contener a un pueblo indignado. Para tormento de Chávez aparecen en la conciencia colectiva, los artículos 328 y 350 Constitucionales.

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Por Rafael Marín


El Derecho Penal Internacional, contiene instrumentos de persecución y castigo de sátrapas y Estados forajidos.
Sus crímenes son imprescriptibles.


Hoy, personajes como Perón y Pérez Jiménez, hubiesen terminado sus días tras las rejas, previamente enjuiciados por crímenes de Lesa Humanidad. A partir de los juicios de Núremberg, se ha desarrollado “el Derecho Penal Internacional”, concretándose en la creación del “Estatuto de Roma” y la “Corte Penal Internacional”, ante ella cursan los casos de los dictadores de Sudán y Liberia. Atrás quedarán Estados forajidos y narcotraficantes, a los cuales se les puede aplicar la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU que acaba con la impunidad de los paraísos del terrorismo y narcotráfico, quedando sujetos a sanciones políticas y económicas. Recientemente Álvaro Uribe, presentó contra Chávez, denuncias por delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra ante el Tribunal de la Haya. Ellas cuelgan pendientes como espada de Damocles sobre el cuello de Hugo, pues en cuanto se le ocurra una nueva locura internacional contra Colombia, ese gobierno, podría convertir la denuncia en una acusación política por ante la ONU, la cual tendría muchas posibilidades de éxito, si tenemos en cuenta los antecedentes del Teniente Coronel. En el ambiente internacional, están presentes las consecuencias de su compinche con Cuba, Irán, Corea del Norte, Bielorrusia y Zimbawe, sus andanzas con malandros de la calaña de Al-Bashir; y aún fresca en la memoria colectiva, la solicitud de Chávez a la comunidad internacional para que eliminara el calificativo de Narco terrorista a la FARC y al ELN y les reconociera beligerancia internacional, sería como reconocerles Soberanía de Estado sobre los territorios por ellos ocupados en Colombia. Más recientemente otro escándalo internacional se generó con la denuncia que formulara el juez Velasco de la Audiencia Nacional Española, sobre la protección del gobierno venezolano a connotados jefes de ETA. Todas estas son perlas enhebradas por la Comunidad Internacional en el largo rosario de tropelías penalizables supuestamente cometidas por Chávez. La evolución del derecho hace ya innecesarios suicidio como el de Hitler o acciones de vendetta popular como los ocurridos contra Mussolini y su amante; ahora hay Tribunales, Códigos y Gobiernos dispuestos a perseguir, enjuiciar y castigar a los gobernantes forajidos, aún ancianos, porque sus crímenes son imprescriptibles.
Después de su adulante abrazo en Santa Marta para hacerse perdonar sus pecados por el presidente Santos de Colombia, pareciera que estamos frente a un Chávez que “cogió mínimo” pero en su caso nunca se sabe, siempre estará pendiente el refrán: “Perro que come manteca mete la lengua en tapara”.


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Por Rafael Marín


“El terror aplicado por el hampa está hecho en contubernio o connivencia con un régimen que usa ese recurso sádico para mantener sometidos a los ciudadanos comunes”.
Rafael Marín
Ciudadano Común

En Venezuela las élites políticas han tenido la responsabilidad de aterrizar tardíamente en las etapas que les toca dirigir. Así ocurrió en el siglo XX y está ocurriendo en el siglo XXI. Hoy tenemos que en materia del derecho a la vida y la seguridad jurídica del ciudadano, las cifras de muertos y heridos como consecuencia de el deterioro institucional, la omisión y negligencia del Estado, resultan propias de una guerra civil no declarada.
El ocultamiento de las cifras oficiales obliga a los medios de comunicación a echar mano de datos extraoficiales provenientes a veces del CICPC, y de organizaciones no gubernamentales que investigan la materia, las cuales coinciden por ejemplo que entre enero y junio de este año ha habido 5.186 asesinatos en nuestro país, sin tomar en cuenta los secuestrados, heridos y desaparecidos a manos del hampa.
La ausencia de políticas preventivas y represivas va más allá de la omisión y hacen pensar en un contubernio o connivencia activa entre las autoridades y el hampa, la cual pareciera que se la usa como una herramienta represiva y de terror, para mantener a la población encerrada en guetos enrejados. A este inusual y criminal método de amordazamiento se unen otros mecanismos aún más diabólicos y autoritarios.
El Gobierno en una operación mordaza propia de las dictaduras, condenada por todos los organismos internacionales de defensa de la libertad de expresión, ha censurado la publicación de fotografías que revelan el aterrador estado de inseguridad en que vive Venezuela. Pero la podredumbre del régimen es inocultable y la indignación de los venezolanos se hará patente a través del voto o de cualquier vía constitucional que lo permita.
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La Bala Fria. Por Rafael Marín


Patrullas, allanamientos, movilización apresurada e intempestiva de todos los cuerpos de seguridad del estado, civiles y militares, causo asombro recientemente en la otrora alegre comunidad del Valle, donde no veían desde hace años un policía ni para remedio. Este hecho estuvo precedido de la fastuosa inauguración del Mundial de Beisbol femenino, en el que las delegaciones con sus estandartes nacionales desfilaron bajo las más estrictas medidas de seguridad en las instalaciones deportivas de Fuerte Tiuna. Medidas propias de regímenes fascistas y comunistas, en los cuales estas oportunidades son dignas de estudio de la psicología social, toda vez que en ellas contrastan la alegría propia de una actividad deportiva y el temor de un “quítate tú” seguido de un peinillazo, aplicado con precisión en la espalda o en los glúteos de algún aficionado por los esbirros del régimen. Pero, ¡ oh sorpresa!, en el santuario de la seguridad nacional, en Fuerte Tiuna una “bala fría” hería en una pierna, en pleno juego, a una fémina estrella de Hong Kong, de inmediato como ya dijimos saltaron las alarmas, los camaradas del G2 cubano concluyeron, después de un enjundioso y profundo análisis de seguridad de estado, que no se trataba de ninguna “bala fría”, sino de un nuevo intento de magnicidio contra Hugo Rafael, solo que con 24 horas de atraso, porque ellos, avispados al fin, le habían dicho al presidente que solo estuviera ahí en el acto de inauguración, y no haciendo el patético ridículo que suele hacer, lanzando primeras bolas y piropeando a propias y extrañas.
Claro está, después de haber allanado a discreción, apaleado, perseguido, acorralado y encarcelado a grueso número de habitantes del Valle, buscando su “negrito paga peo”, no dudo que muchos de ellos, por lo menos en el pensamiento y en medio de una gran indignación, estén fantaseando convertirse en auténticos magnicidas, fantasía que por si sola, hoy en este país, constituye un novísimo tipo delictual, Para dicha de sus inspiradores Los camaradas del G2 cubano, quienes ahora si pueden justificar su chuleo a Venezuela, y superar una cierta frustración porque en los 11 años que llevan asesorando a Hugo Rafael, no han alcanzado ni siquiera el 1% de la astronómica cifra de intentos de magnicidios supuestamente frustrados en Cuba, contra el barbazas Fidel y es que además sus jefes los tienen urgidos, para que inventen algo grueso antes del 26 de septiembre, que les permita explicar, la ola de represalias, encarcelamientos y persecuciones, que tienen preparada contra factores de la oposición, así sea a costilla de la seguridad de las beisbolistas y del prestigio del país. Por cierto, aprovechamos para desearle pronta recuperación a la jugadora de Hong Kong y pedirle que se encargue de explicar en su país, como en Venezuela ni siquiera en los cuarteles se está a salvo de ser victima del hampa desbordada, a veces hasta con auspicio oficialista.

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Por Rafael Marín.


La Justicia y la Libertad de Expresión han estado presentes en la historia de la humanidad desde siempre.
El papel de la Biblia hoy, lo hacen los medios e comunicación y el Caín de hoy no se quedará sin castigo.


La justicia y la libertad de expresión han estado presentes en la historia de la humanidad desde siempre, estos valores son rasgos distintivos del hombre, claro esta las instituciones regulatorias de dichos valores evolucionaron con el surgimiento del estado. Ha pasado mucha agua debajo del puente desde cuando según la Biblia Caín mató a Abel, utilizando una quijada de burro. De él se encargó la justicia divina. Pasarían siglos antes del que el hombre intentara una codificación de los delitos y las penas. Fue con el advenimiento del estado liberal burgués que se echaron las bases del constitucionalismo moderno, fundamentado principalmente en la declaratoria de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, partiendo del Derecho a la Vida como irrenunciable e inalienable hasta llegar a los más modernos derechos sociales entre otros el Derecho a la Información. En Venezuela las élites políticas han tenido la responsabilidad de aterrizar tardíamente en las etapas que les toca dirigir, así ocurrió en el siglo XX y esta ocurriendo en el siglo XXI, en el que todo lo avanzado ha sido destruido en un claro retroceso. Hoy tenemos que en materia del derecho a la vida y la seguridad jurídica del ciudadano, las cifras de muertos y heridos como consecuencia de el deterioro institucional, la omisión y negligencia del estado, cuya primera obligación es el resguardo y preservación de esos derechos, resultan asombrosas, propias de una guerra civil no declarada, la ausencia o el ocultamiento de las cifras oficiales obliga a los medios de comunicación a echar mano de datos extraoficiales provenientes a veces del CICPC , otras de innumerables organizaciones no gubernamentales que investigan la materia o de expertos sociólogos y criminalistas, las cuales coinciden por ejemplo que entre enero y junio de este año ha habido 5.186 asesinatos en nuestro país, esto sin tomar en cuenta los secuestrados, heridos y desaparecidos a manos del hampa. La ausencia de políticas preventivas y represivas del régimen (las cuales están exclusivamente reservadas para lo adversarios políticos del gobierno) van más allá de la omisión y hacen pensar en un contubernio o connivencia activa entre las autoridades y el hampa, pareciera que se la usa como una herramienta represiva y de terror, para mantener a la población encerrada en guetos enrrejados haciendo nugatorio el derecho al libre tránsito. El slogan oficial pareciera ser “las calles son del hampa y no del ciudadano”. Pero a este inusual y criminal método de amordazamiento de la población se le unen otros mecanismos aún más diabólicos y autoritarios; nos quieren aplicar la del perito cubano que huido en el “Marielo” a Miami, fue interrogado en la aduana acerca de las causas de su exilio y respondió: “en Cuba las sobras para perros son malas y escasas, pero lo peor es que no me dejan ladrar”. La satrapía chavista no ha logrado callar el aullido de indignación de los venezolanos ni tampoco asesinar la dignidad de algunos editores, muchos de los cales aún se atreven a publicar la verdad del infierno venezolano. El gobierno en una operación mordaza propia de las dictaduras , cuestionada por todos los organismos internacionales de defensa de la libertad de expresión, ha censurado la publicación de fotografías que por si solas revelan el aterrador estado de inseguridad en que vive Venezuela, pretendiendo hacer como el gato que tapa sus excresencias pero el olor lo delata. La podredumbre del régimen es inocultable y la indignación de los venezolanos se hará patente pronto, a través del voto o de cualquier vía constitucional que lo permita.
El papel de la Biblia hoy, lo hacen los medios de comunicación y el Caín de hoy no se quedará sin castigo.
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Ridiculéz. Por Rafael Marín


“De lo heroico a lo ridículo no hay mas que un solo paso"
Bolívar
Hace tiempo, en una universidad norteamericana, en clase de sociología política, un profesor describía las cualidades que un político debería tener. Decía, que la persona tenía que poseer algo de cultura, mientras más elevada su aspiración ésta debía ser más amplia; tenía que saber pensar; también comunicar, en el sentido de manejar la escritura y poseer dotes de orador; así como ser organizador, para crear estructuras y formar equipos de apoyo; pero ante todo, tenía que tener claro el sentido del ridículo, porque ese pecado resulta ser mortal para cualquier político.
El ridículo se define como algo que mueve a risa, a burla; o sea, algo que no es digno de tomar en serio, que por estar fuera de contexto no se aprecia, se desecha. Es excéntrico, extravagante, funambulesco.
Como podremos apreciar, la advertencia del viejo doctor Cooper, así se llamaba el profesor, era muy pertinente porque a fin de cuenta, el político que cae en el ridículo pierde credibilidad y respeto, que sin duda son los activos mas preciados para alguien que pretende dirigir el destino de una colectividad.
Por supuesto, esas ideas no eran originales del profesor. A través de la historia esos conceptos se han venido reiterando; pero en el caso citado guardaba cierta relevancia, porque Cooper cuando joven había sido soldado de las fuerzas aliadas en la 2da guerra mundial, y con la mirada del científico social que alguna vez llegaría a ser, observó en pleno teatro de operaciones a Churchill, Mussolini, Hitler, Eisenhower, De Gaulle y Stalin.
Eso le daba pie para afirmar, lo que tampoco era original, que todo político, con mayor o menor énfasis es un histrión, condición que los coloca más cerca del peligro del ridículo. En su criterio, los más histriónicos eran los fascistas Mussolini y Hitler; siendo el más austero en su expresión Eisenhower; mientras Churchill y De Gaulle “actuaban” pero con mesura, porque el beneficio que buscaban no era para ellos sino el de sus pueblos. En cuanto Stalin, decía que era inescrutable, lo que también dijo de Mao, coincidencialmente ambos comunistas. Tanto los fascistas como los comunistas se identificaban por su megalomanía.
Aquí en Venezuela hemos tenido de todo, inescrutables como Gómez, y alborotados como Castro; prudentes como Soublette y Rómulo; y exhibicionistas como Guzmán y Carlos Andrés.
Según lo dicho: ¿Cómo podríamos definir a un político, que después de haber afirmado, que si un aspirante presidencial de un vecino país, por desgracia, llegara a ser electo, aquí nadie lo recibiría, y después lo invita? ¿Que decir de un individuo que llega a un lugar, con el que está en estado prebélico, para reunirse con su presidente al que pocos días atrás llamo: mafioso, lacayo, oligarca, francotirador, paramilitar, guerrerista y otros epítetos, diciendo que va preñado de “amor”?
¿Qué pensar al respecto?: ¿Qué es un histrión? ¿Un narcisista? ¿Un mitómano? ¿Un cínico? ¿Un bipolar? O un político que no le importa su credibilidad y la confianza que inspira, porque lo que le interesa es su obsesión por el poder y la imposición y expansión de un proyecto político, sin detenerse a pensar en el gasto, emocional y material, que su conducta provoca en el pueblo que gobierna y en la comunidad internacional. La megalomanía lo obnubila y lo hace caer en el ridículo. Lo que resulta trágico, como lo demuestra la historia, para quienes están sujetos a sus designios



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jueves, 2 de septiembre de 2010

Segregación. Por Víctor Rojas


Dos gestos del gobierno ilustran su verdadera naturaleza como agente dispuesto a destruir todo lo que se oponga a su peculiar forma de buscar “la felicidad” de los venezolanos: la denegación de justicia, el secuestro y posterior abandono de Franklin Brito hasta provocar su muerte, y la decisión de negarle recursos a un hospital, simplemente por estar en jurisdicción de una alcaldía de la oposición. Ambos casos muestran la forma aberrante de entender la política por quienes hoy detentan el poder en Venezuela.Siendo éste un momento electoral veremos ejercicios de hipocresía para justificar esos crímenes. Ya en el caso del hospital se intentó una excusa poco creíble, a lo que se podría responder con múltiples ejemplos que ilustran cómo se le han reducido los recursos a todas las gobernaciones y alcaldías regidas por la oposición, con el ánimo de afectar su gestión para dañar su imagen; pero no sólo ha sido eso, también se le han arrebatado funciones, reubicándolas en organismos centralizados distinguidos por su ineficiencia y corrupción, con previsibles resultados negativos para la gente, a quienes en el repetitivo discurso se les profesa “amor infinito”.Otra barbaridad cometida por las mentes distorsionadas de este régimen ha sido desarmar a las policías de esos estados, dejándoles una defensa rudimentaria para enfrentar a una delincuencia cada vez más sofisticada, con la perversa intención de acusar a esas gobernaciones de complacientes con el delito. ¿Quién sale perjudicado?: el “bien amado” pueblo.
Así mismo, otra herramienta favorita del régimen para imponer su modelo hegemónico, ha sido la siembra del odio y el resentimiento social, para así liderar los sectores más débiles y enfrentar a sus supuestos victimarios: pobres contra ricos; blancos contra negros; trabajadores contra empresarios; etc. De esta forma se crea un cuadro conflictivo favorable a sus intereses políticos que ha llevado a la división de la sociedad entre venezolanos de primera y de segunda: para los primeros, sus adeptos, funciona un estado de derecho complaciente y permisivo; para los segundos, sólo inseguridad jurídica y arbitrariedad. Muestra emblemática de esta perversión es la tristemente celebre “lista Tascón”. El caso del señor Brito será uno de esos hitos históricos que definen un antes y un después. Todos sus derechos humanos fueron violados: el derecho a la propiedad, el derecho a una compensación, el derecho a la protesta, el derecho a un juicio justo y por último el derecho a la vida. Brito, en su dignidad, será el símbolo de una Venezuela que lucha contra la segregación impuesta por un régimen que no admite la disidencia, ni el libre y justo funcionamiento de los poderes públicos, y que está dispuesto a usar armas de cualquier tipo contra los ciudadanos que reclaman sus derechos frente a un poder que pretende destruir las bases de una democracia que costó sacrificio edificarla. Hasta en eso ya nos parecemos a Cuba. Nosotros tenemos nuestro Brito y ellos, entre otros, a su Zapata



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